No basta con tener ideas utopicas y expresar los sentimientos mas profundos para llevar a cabo los cambios necesarios que podrian hacer evolucionar a una sociedad.
Es posible, diria mas bien, es seguro que en el camino los integrantes prefieran seguir atados a quienes desde siempre les han golpeado. No sera nunca un comportamiento normal lanzarnos al precipicio para liberar nuestras mentes y cuerpos.
Seguro hoy mas que nunca de que el revolucionario debe ser un hombre con capacidad de reconocer las injusticias por pequeñas que sean pero que tambien debe actuar con mano dura, acciones firmes, ciego y desmedido al momento de enfrentar al opresor.
